Carlos Saura: El cazador, cazado

… La estética, del momento eran las fotografías contrastadas, muy cuidadas, quizás yo tenga que volver a esa escuela iniciática. Sobre todo en estos momentos que analizo un negativo de 9 x 12 de la Tía Lola, después de haber asistido a su sepelio ( 102 años no son nada).

La tercera cámara que cita Carlos Saura es una Speed Graphic, la que utilizaba Weegee, como un sueño. Quizás yo no debería dejar de soñar con una Alpa, o en su defecto con una Seitz, o una Linh, o una Linof Technorama. Aunque al final sabemos qué no es el hierro el que hace la fotografía, sino los cuatro dedos que tenemos en la frente detrás del visor.

Y también nos introduce a una de las películas míticas de Juana de Arco de Dreyer. También pasó por una Contax S. Reconoce que sus proyectos las mayoría han quedado en el tintero, que a disfrutado como un perfecto amateur, sin ningún plan preconcebido. También nos cita su Rolleiflex. Y cuando dispuso de dinero su Leica M3. 

Sus amistades por ejemplo con Ataúlfo Argenta, el gran director de orquesta y también gran aficionado a la fotografía.

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