
Es curioso que en mis fotografías trato de huir, por lo menos en estos momentos, de modas, me parece que pueden aburrir. Pero aquí las condiciones de luz eran tan difíciles, que al final, salieron las aguas sedosas, por una larga exposición. Creo recordar que era temprano, y calculé que hasta el mediodía no entraría el sol, para esa hora tendríamos que estar devuelta. Así que bajé al río y preparé la foto. Lo justo para que a Antonio le dejase ver su gorra roja.