
Algunos proyectos empresariales, de dudosa rentabilidad inicial, han seguido durante años, con expedientes a trabajadores, otros sin cobrar…
Pero el futuro que dejan es lo peor. Y de todo esto ha sido cómplice la administración. Se ha dado la paradoja de empresas montadas, sobre proyectos firmes, con instalaciones impecables y bien dimensionadas. Que cuando han querido comercializar, los costes no cubrían al precio que vendían la mayoría de los » otros proyectos».