
Etimológicamente graffiti, procede del Latín, y se introdujo por Italia, la aportación viene dado por la arqueología, se describía en un principio las marcas con estilete o punzón sobre una tabla.
Posteriormente este neologismo pasó al inglés y fue utilizado por los grafiteros americanos. Se ha utilizado básicamente como señal de protesta, con lemas, dibujos, siempre con un afán reivindicativo y trasgresor…